Este plato tradicional francés es una receta básica pero muy versátil.
Podemos jugar con los ingredientes y aromas añadiendo lo que queramos al gusto, ajustando el tamaño y el grosor. Desayuno, comida, postre, merienda o cena, dulces o salados; las posibilidades son casi infinitas y el límite solo lo pone nuestra imaginación. Una vez se domina esta masa básica ya no podrás dejar de hacerlos.
Se puede usar cualquier tipo de leche, incluso una bebida vegetal, mejor si es de sabor más neutro en el caso de que no queramos que influya en el sabor de los crepes. La de soja da buenos resultados, aunque si somos intolerantes cualquier leche sin lactosa nos servirá.
La masa de crepes puede prepararse con batidora de varillas o en el vaso de una batidora de las que se emplean para batidos. Con unas varillas corrientes manuales también salen bien, tal y como veis en este vídeo.
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